AMOR A CRISTO ES OBEDIENCIA

Dios les siga bendiciendo hermanos y hermanas en Cristo Jesús, un día maravilloso tome una decisión así como otros hermanos la han tomado también, de hacernos uno con el Cristo, declarándolo nuestra guía y salvador, ese día hemos permitido que opere en nuestra vida el Espíritu Santo, cada movimiento, cada palabra, cada idea es el producto del accionar del Espíritu Santo, solo si nosotros permitimos que eso suceda, yo he escuchado en muchas oportunidades a los hermanos y hermanas solicitando fuerza al Sr. Jesucristo para levantamiento de esa decisión que hemos tonado, esa responsabilidad no depende de Jesucristo, el  ha entregado perfectamente escrito paso a paso cada una de las acciones que nosotros los cristianos debemos cumplir obedientemente, y digo obedientemente pues eso es lo que poco hacemos, cada orden del espíritu debe ser cumplida de manera directa y sin pedir mayores explicaciones, así como un niño que orientado por su padre responde haciendo lo indicado, Lucas Capitulo 18 Versículo 17  “De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como  un niño, no entrara en el” el Sr. Jesucristo  nos instruye directamente sobre el proceder que debemos tener en nuestra vida terrenal , como niños debemos responder a la orientación del Espíritu Santo, Hermanos, hermanas los problemas comienzan precisamente en ese momento, en el que nuestra característica almática fabrica la respuesta que sometida a las emociones le da el significado inapropiado a la dirección espiritual, cuando recibimos una dirección espiritual estamos recibiendo también el poder para cumplirla, pero la carne contradice esa dirección pues esa dirección en la mayoría de los casos causa dolor, hermanos debemos reconocer que los hábitos de la vida anterior al recibimiento de Cristo como guía y salvador estaban cargados de pecados, muchos estábamos en, Gálatas Capitulo 5 versículo 19 “Y manifiestas son las obras de la carne que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras,  orgias, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios., y aún a pesar de ser nueva criatura seguimos cometiendo los mismo pecados, toda esa vida anterior lucha en el terreno mental para imponerse y seguir actuando como éramos  antes, esa es la lucha que a diario libramos todos los que henos tomado esas decisión de restauración. La mente ese es el ámbito que debemos dominar, es allí donde precisamente los hábitos de la vida anterior se imponen diciéndote con palabras claras  todo lo que hacías y que te gusta hacer, “mira la cervecita, una no le hace daño a nadie”, “Mira pero por qué no dejas de fumar fumando”, “No dejes a tu novia, tú  puedes hacer que se convierta en cristiana”, “Mira pero esa chica es muy bonita y esta perfecta sigue teniendo relaciones sexuales  con ella aunque no estés casado, eso solo es un papel”, y cuantas más explicaciones de esas escuchamos en nuestra mente logrando justificar nuestros actos delante del Espíritu Santo, todas esas son mentiras  del demonio, tu y yo lo sabemos muy bien, si nosotros deseamos de verdad hacer lo que el Espíritu Santo diga debemos hacer sin discusión alguna lo que nos dice, debemos llenar nuestra vida de nuevos hábitos, hábitos orientados por Jesucristo, si tu no orabas ahora ora intensamente, haciendo de ese acto un habito, si no leías la biblia, ese entonces es un buen habito de ahora en adelante , si tú no sabes que es humillarse delante del Padre Celestial, has un habito de ese acto de reconocimiento de amor verdadero, llena tu vida de buenos hábitos, y restaura en espíritu y verdad. Gálatas Capitulo 5 Versículo 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Tu existencia es preparada para un sitio maravilloso mucho mejor que este corto paso por la tierra. Saludos hermanos y hermanas en Cristo Jesús.